miércoles, 11 de mayo de 2011

El verdadero reto: Conocer las cosas en su conjunto

La sesión del 4 de mayo se abrió con una citación a “El maestro ignorante” de Rancière para introducir el tema del aprendizaje.

Según este autor no es necesario que alguien nos explique para poder comprender las cosas. Necesidad de explicar, en las palabras del filosofo estructuralista, va en paralelo con necesidad de ejercer el poder sobre el otro. Por supuesto contempla la existencia de relaciones entre personas dentro del aprendizaje, pero no considera que éstas tengan que ser “educador-educado”. La mejor relación podría ser la “interventora”, donde el sujeto que aprende es interpelado.

Volviendo por lo tanto a nuestra clase, empezamos considerando que el conocimiento de las cosas en relación, como conjunto es diferente y más enriquecedor que el conocer las cosas y punto. Conocer algo, no es conocer. Hay que conocer las relaciones porque no se puede separar el todo, es en este marco donde hay que situar la comprensión. Esto es el comienzo del aprendizaje, se aprende a partir de uno mismo, porque si uno no se conoce no puede conocer a los demás y a las demás cosas.

Conjuntamente a esto hay que profundizar, y en esto tiene que ver el sentimiento y la voluntad.
Lo que sigue asombrará a más de una persona: no nos diferenciamos en inteligencia, porque esto es un dato, sino nos caracterizamos por nuestra voluntad de conocer y buscar. La voluntad es una capacidad que destaca en las personas.

A propósito de los datos se puede decir que son elementos aislados, no son ricos y no sirven. Por esto el mundo de datos, que es el descubrir cosas es diferente del mundo de las interrelaciones, que es descubrir el otro.

Finalmente el aprendizaje es un proceso tanto grupal, como individual. Conocemos las cosas si las relacionamos con el mundo que hay alrededor de éstas y con nuestras experiencias.

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