miércoles, 16 de marzo de 2016

Observación de la reunión del 9-III-16

Conversación COCCO

Parte de un problema: crisis del modelo fordista con respuestas de tipo económico y todas las teorías posteriores se moldean en base a un proceso productivo.

Hay que responder al postfordismo pero desde el ámbito social. Llega a la conclusión de que la crisis del fordismo nunca deja de lado a la clase obrera, como participante, y como la clase obrera tiene un nuevo modelo porque tiene mayor especialización. Los obreros podrían ser sus dueños. 

En los años 80 se produce todo este proceso debido a la reorganización de las grandes empresas tras las crisis del petróleo. “El sistema está abocado a la crisis”, su lógica recae en que el sistema capitalista con este modelo de producción y las sociedades del consumo necesitaban expandir mercado pero no quedaba cuota en el resto del mundo. La única salida del capitalismo en la crisis, perspectiva marxista ortodoxa. Marcusenn y escuela de Frankfurt,  proceso de invasión de la conciencia en la sociedad. Los trabajadores se estaban desclasando. Marcusenn veía en la gente pobre como el agente revolucionario “Solo de aquellos que no tienen esperanza puede nacer la esperanza”.

Pione y Sabel preconizaban el taller flexible, las grandes empresas transforman sus estructuras productivas para introducirse en un mercado más segmentado.

Conversión sobre Coriat

Habla del fin del postfordismo de la especialización mecánica. El primero habla de ciclos de vida más corto y el de la flexibilidad dinámica, trata de renovar los productos. 

No se puede extraer de una realidad social solo lo económico. Es muy prematuro crear un modelo productivo cuando están en los inicios. 

La subcontratación de las grandes PYMES a las grandes empresas, puede ejercer flujos de productos. Las PYMES deben asociarse, debe haber cooperación entre las PYMES y son ámbitos donde pueden estar juntos.

(Antonio Balas Lechón)

Reflexión sobre la innovación y el desarrollo en el contexto del “financierismo”

El Profesor Omar de León caracteriza el proceso de innovación como la práctica que emerge de la interacción, del trabajo de los grupos y las redes para superar las estructuras preexistentes que no dan respuesta a las necesidades del momento. Surge, pues, de un proceso necesariamente grupal. Pero creo que esto entra en clara contradicción con el modelo social en el que nos vemos inmersos en la actualidad: no puede haber interacción sin una cultura de lo público, y en el contexto actual de neoliberalismo y “financierismo” se interioriza que la única (o la mejor) forma de triunfar es a través del emprendimiento, siendo el emprendedor por definición uno solo, y la innovación no puede ser sino con otros. Por ello la administración debe tener el papel de catalizador, de creador de conexiones.
Estoy de acuerdo en que el estado puede promover un modelo social en el que el “asistencialismo” narcotice las interacciones sociales y la auto-organización, pero el Estado debe ser el garante de que todos estemos en el mismo punto de partida a la hora de crear vida pública (política) y económica, que todos podamos organizarnos y crear colectivos, no solo facilitando las condiciones técnicas para el proceso, sino sobre todo formando y educando a la población en una cultura de lo social, de lo colectivo y grupal, de lo compartido.
El desarrollo y la innovación debe ser social. En la vorágine actual solo se concibe el desarrollo como económico, propio de la lógica capitalista de crecimiento perpetuo, que se autorregula con crisis cíclicas, que no son más que el síntoma de una enfermedad estructural. Y para que la innovación no se transforme solo en económica y tecnológica (que también) y pueda y deba ser social, el Estado es ese “tercero”, mediador, que tiene que poner el valor en el proceso socializador, en lo común, ya que la lógica de las empresas no tiene por qué ser la de la redistribución, sino la de la competitividad, del acaparamiento y del oligopolio. Puede que las PYMES de hoy, sean las empresas oligopólicas del mañana, pues el sistema económico está diseñado para ello.
Está claro que lo privado puede ser más eficiente, ya que la lógica es la de generar beneficios, pero es precisamente esa lógica del beneficio la que produce fenómenos como la deslocalización, la explotación infantil o la pérdida de derechos de los trabajadores y el intento sistemático de muchas empresas de maximizar el beneficio que se obtiene de ellos. Por ello me resulta óptimo que en el Estado no prime de manera absoluta el concepto de “eficiencia”, si bien también se debe tener en cuenta, sino el de justicia social y redistribución, que sea un contrapeso efectivo al “financierismo”.
Y para “superar las estructuras preexistentes que no dan respuesta a las necesidades del momento”, que en mi opinión actualmente son los organismos supranacionales como el FMI, el BCE, agencias de calificación, etc, que en ningún caso han sido democráticamente elegidos pero que tienen mayor impacto en la vida de la población que muchas de los organismo de la administración, necesitamos reforzar la soberanía del Estado y de los ciudadanos que lo componen, para fomentar una innovación que redunde en el común de la sociedad. También es vital que el Estado sea reflejo de la voluntad popular, que el ciudadano no sea mero sujeto fiscalizador, sino que participe de forma activa en la esfera política, siendo para ello fundamental, como ya hemos dicho, que el Estado fomente esa cultura de lo público.

miércoles, 9 de marzo de 2016

Aprendiendo a innovar

Comenzamos un nuevo curso. Empezamos una nueva travesía que nos llevará por paisajes parecidos pero distintos a los de otros viajes. Volveremos a hacer y pensar sobre los mismos temas pero en otras circunstancias, con otras experiencias y con nuevas compañías.  El método será similar, basado en los mismos principios (conocimiento y experiencia) pero los resultados serán necesariamente diferentes. Vamos a innovar en nuestro camino. La innovación es el camino.
¿INNOVAR?

Nuevo, original, fresco, diferente, heterogéneo, raro.
La innovación puede compararse a este post. Un folio totalmente en blanco que nos permite crear. Aunque esta creación sea muy parecida a otras en cuanto a contenido nunca será igual. Concretamente es en esa distinción en la que tenemos que enfocar.

Hacerlo diferente significa construirlo mediante innovación.

Pueden existir muchos tipo de innovación: en contenido, en solución, en estructuras, en tácticas, en formas, en problemas...todas ellas podrán tenerse en cuenta conjuntamente o por separadas.

Por ejemplo, al hacer un problema matemático podremos realizar el problema siguiendo una táctica y, por lo tanto, también se podrá modificar la solución.

¿Pero la innovación nace en el hacer o en el saber? ¿Fue primero el huevo o la gallina? Desde mi punto de vista las innovaciones vienen a través del saber sobre el hacer, pero también del hacer sobre el saber. Entendido el saber cómo el conocimiento del hacer, el hacer no queda reducido al saber, ya que puede existir un hacer que no este realizado como saber. Tampoco tenemos todo el conocimiento sobre el saber, tanto existente como futuro. Por tanto conocer este saber será parte de esa innovación. Como conlusción podremos establecer que ambas van de la mano.

A través de la tecnología se ha imaginado un mundo que aún no hemos alcanzado, ¿por qué no imaginarlo bajo otras perspectivas? Quizás este sea un punto clave para egendrar la imaginación y, a partir de la misma, generar la innovación. Lo social bajo este enfoque nos permite mil formas de ser replanteado, un horizonte aún no descubierto. Y no sólo tecnológicamente, gracias a emblemas como la virtualidad o la inmediatez. Sino mucho más allá, replanteando os otras parte de la sociedad como las consecuencias de cada acto o, por ejemplo, el cambio climático.

Desde mi punto de vista el arte puede ser parte de esa orientación innovadora. El oficio puede revolucionar el mundo.

En conclusión, la innovación es esa puerta abierta a la que siempre caminamos pero de la que no sabemos que hay atrás. Tal vez hayamos imaginado una puerta estándar al haber hablado de este elemento, pero ¿por qué no pensar en una puerta giratoria o las puertas del cielo? 

Para innovar habrá que hacer uso de esa parte de la imaginación que es diferente.

(Antonio Balas)

¿ Qué es la innovación?


Innovación es un cambio que introduce novedades. Además, en el uso coloquial y general, el concepto se utiliza de manera específica en el sentido de nuevas propuestas, inventos y su implementación económica. En el sentido estricto, en cambio, se dice que de las ideas solo pueden resultar innovaciones luego de que ellas se implementan como nuevos productos, servicios o procedimientos, que realmente encuentran una aplicación exitosa, imponiéndose en el mercado a través de la difusión.
Innovación es un término de moda en los últimos años y por tanto del que se ha usado y abusado hasta la saciedad. La innovación es lo que salva a las empresas, los innovadores son lo moderno, sin innovación no hay crecimiento, no hay futuro, etc. Pero muchas veces, no se tiene claro a qué nos referimos cuando hablamos de innovación y a menudo se confunde con otros términos como emprender, creatividad o investigación y desarrollo.
La innovación es un proceso iterativo activado por la percepción de una oportunidad proporcionada por un nuevo mercado y/o nuevo servicio y/o avance tecnológico que se puede entregar a través de actividades de definición, diseño, producción, marketing y éxito comercial del invento.
La novedad de una innovación puede surgir tanto de un descubrimiento científico como de la recombinación de una forma novel de conocimiento y tecnologías ya existentes. Y la novedad puede darse ya sea por aumentar la eficiencia, la comodidad o el coste o por motivo.

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