jueves, 6 de marzo de 2014

Conectando

conectando

El ser humano es un sistema abierto. Una caja con vida propia donde entran y salen informaciones con distintas formas, colores, temperaturas, texturas… En el trasiego de entrar y salir van dejando un poso dentro de nosotros y nos vamos conformando como lo que somos. Somos el producto de los años, de la experiencia que hemos vivido, de aquello que nos rodea y nos penetra de un modo u otro, nos traspasa, nos toca, nos cala, nos empapa, nos conmueve, nos mueve. Y es ese movimiento precisamente el que genera avance. Ponerse en acción es el presente continuo del hacer. Hacer mal, hacer bien, hacer… ir haciendo, ir construyendo para avanzar, porque queramos o no, la rueda de la vida sigue girando…
Por eso, es para mi hoy una prioridad redescubrir mi capacidad de hacer, de construir, quiero ser arquitecta y albañila de mi vida. Construirme con cal y yeso, con barro y agua, con trocitos de viejas piezas, de ramas rotas que encuentre por el camino y que adquieran un nuevo significado dentro de mí. Acciones que darán lugar a acciones, como el péndulo que empujó la bola, que rodó por la rampa, que cayó en el cubilete, que hizo contrapeso en la palanca y que lanzó por los aires a… (tantas posibilidades… lo dejo abierto para que cada uno imagine lo que desea lanzar por los aires).
Por otro lado, creo que es indispensable ser conscientes de esa información, que nos llega. Ser sensitivos a ella, ¿qué nos aporta?, ¿qué nos hace sentir?, ¿podemos hacer algo con ella?. Tamizada por el filtro de nuestra mirada, debemos externalizarla para que vuelva a ser parte del conjunto de la vida, aportando así nuestra esencia a la humanidad.
Bienvenidos a mis primeras reflexiones en este intento de poner claridad a algunas de mis desordenadas ideas.
Gracias por leer, gracias por sonreir, gracias por existir.

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