miércoles, 9 de marzo de 2016

¿INNOVAR?

Nuevo, original, fresco, diferente, heterogéneo, raro.
La innovación puede compararse a este post. Un folio totalmente en blanco que nos permite crear. Aunque esta creación sea muy parecida a otras en cuanto a contenido nunca será igual. Concretamente es en esa distinción en la que tenemos que enfocar.

Hacerlo diferente significa construirlo mediante innovación.

Pueden existir muchos tipo de innovación: en contenido, en solución, en estructuras, en tácticas, en formas, en problemas...todas ellas podrán tenerse en cuenta conjuntamente o por separadas.

Por ejemplo, al hacer un problema matemático podremos realizar el problema siguiendo una táctica y, por lo tanto, también se podrá modificar la solución.

¿Pero la innovación nace en el hacer o en el saber? ¿Fue primero el huevo o la gallina? Desde mi punto de vista las innovaciones vienen a través del saber sobre el hacer, pero también del hacer sobre el saber. Entendido el saber cómo el conocimiento del hacer, el hacer no queda reducido al saber, ya que puede existir un hacer que no este realizado como saber. Tampoco tenemos todo el conocimiento sobre el saber, tanto existente como futuro. Por tanto conocer este saber será parte de esa innovación. Como conlusción podremos establecer que ambas van de la mano.

A través de la tecnología se ha imaginado un mundo que aún no hemos alcanzado, ¿por qué no imaginarlo bajo otras perspectivas? Quizás este sea un punto clave para egendrar la imaginación y, a partir de la misma, generar la innovación. Lo social bajo este enfoque nos permite mil formas de ser replanteado, un horizonte aún no descubierto. Y no sólo tecnológicamente, gracias a emblemas como la virtualidad o la inmediatez. Sino mucho más allá, replanteando os otras parte de la sociedad como las consecuencias de cada acto o, por ejemplo, el cambio climático.

Desde mi punto de vista el arte puede ser parte de esa orientación innovadora. El oficio puede revolucionar el mundo.

En conclusión, la innovación es esa puerta abierta a la que siempre caminamos pero de la que no sabemos que hay atrás. Tal vez hayamos imaginado una puerta estándar al haber hablado de este elemento, pero ¿por qué no pensar en una puerta giratoria o las puertas del cielo? 

Para innovar habrá que hacer uso de esa parte de la imaginación que es diferente.

(Antonio Balas)

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